Para Reflexionar

LA MUJER AFRICANA Y LA MUJER BENINESA

La mirada desde la cultura occidental hacia África y sus mujeres, nos devuelve en muchas ocasiones imágenes estereotipadas de madres fecundas y generosas, pobres mujeres sometidas, ignorantes, pasivas. Sin embargo, las mujeres africanas son hoy en día, y aunque a un precio elevadísimo, motor de cambio y desarrollo del continente, presentes y visibles en todos los campos de la sociedad.


El papel tradicional de la mujer en África

La mujer africana se ocupa de lo relativo a la familia y al hogar: Prepara los alimentos, recoge agua y leña, lava, se ocupa de la casa, de los niños y del marido, es responsable de la educación de las hijas, realiza los trabajos agrícolas y atiende el ganado doméstico. Mientras, el hombre se encarga de las relaciones sociales y los “asuntos de la comunidad”.  La gran cantidad de tiempo que la mujer dedica a trabajar, aumenta su marginación, ya que le impide estar presente en otros aspectos sociales como política y educación.
En muchos casos, los matrimonios son elegidos por la familia. Una vez casada, la mujer pasa a la custodia del marido. La mujer adquiere reconocimiento en la sociedad al ser madre. Es dadora de vida y símbolo de amor, entrega y fidelidad.

El nuevo papel de la mujer

En las últimas décadas se han producido importantes avances en la situación de la mujer. Las mujeres están presentes en los trabajos sencillos y en la economía informal, pero cada vez más, en la vida pública, en la política, en la administración, en cooperativas y grandes empresas, en movimientos reivindicativos y en la lucha por la justicia y la paz. La mujer africana levanta la voz.
La mayoría de las mujeres africanas trabajan en la economía sumergida o informal, son trabajadoras a domicilio, vendedoras ambulantes, agricultoras, artesanas. Las dificultades para acceder a créditos, tecnología, formación, ha favorecido la creación de agrupaciones y cooperativas de mujeres que dan préstamos y otro tipo de ayudas. La mujer africana tiene iniciativa y se organiza.
Pero la mujer africana también está presente en la economía formal y estructurada.  Pese a la discriminación de género, un mayor número de mujeres siguen la educación superior, estudian carreras técnicas, acceden a puestos de responsabilidad profesionales. No sólo trabajan en puestos “femeninos” como educación, enfermería o servicios sociales, también acceden a profesiones como derecho, políticas o medicina.
La educación tradicional de la mujer no facilita su entrada en política, sin embargo el deseo de transformar la sociedad hace que cada vez esté más presente en puestos públicos. Aunque hay países con presencia mínima en política como Argelia, Marruecos o Nigeria, existen otros con niveles muy altos de participación. En Mozambique, Sudáfrica, Ruanda o Uganda el porcentaje de mujeres en el parlamento supera el 25%.

Mujer y derechos humanos en Benín


En los últimos años, la República de Benín ha realizado esfuerzos notables para la eliminación de la discriminación de la mujer, adoptando numerosas medidas legislativas, administrativas y judiciales para poner en práctica las disposiciones de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) de las Naciones Unidas.
· Decreto de 2001 sobre las condiciones para tener derecho a pensión de viudedad.
· Política de promoción de la mujer adoptada en enero de 2001.
· Ley de represión de las mutilaciones genitales.
· Ley de 2003 sobre salud sexual y reproducción.
· Decreto interministerial sobre las sanciones aplicables a los autores de violencia sexual.
· Código de las Personas y de la Familia (2004) que elimina el levirato, fija la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, instituye la monogamia en el matrimonio, la patria potestad y derechos de sucesión iguales para los hijos cualquiera que sea su sexo.

No obstante, sigue habiendo actos que vulneran los derechos individuales y la integridad física de las mujeres:El Estado se centra primordialmente en la promulgación de leyes de igualdad, sin potenciar la materialización de estas leyes en una sociedad más justa. No se evalúa el efecto de las leyes y las políticas sobre igualdad en adopción de decisiones, educación, empleo y salud. Siguen aplicándose prácticas consuetudinarias, predominando actitudes patriarcales estructurales y estereotipos arraigados que hacen menos eficaz la aplicación de políticas de igualdad. Hay carencia de políticas, programas y leyes que aborden el problema de la violencia de la mujer, la explotación económica y los malos tratos. La violencia contra la mujer sigue considerándose una cuestión del ámbito privado y familiar. 


Futuro
El papel creciente de que la mujer juega en la sociedad africana es uno de los signos más esperanzadores del continente. El desarrollo integral de África no puede alcanzarse sin el desarrollo de la mujer. Deben ponerse en práctica medidas de integración en la sociedad: Asegurarse el acceso de las mujeres a los recursos (tierras, riqueza, tecnología, finanzas, créditos), a los servicios (sanidad, salud, educación, agua, energía) y a la infraestructura, su participación en la economía y en la vida pública y política.

Algunas cifras

África subsahariana cuenta con una población de 780 millones de habitantes, de los que las mujeres representan el 52%. Las africanas a su vez, representan el 11% del total de la población mundial femenina.




EDUCACIÓN:

El 55% de las africanas en la zona rural viven en situación de privación absoluta y un 75% son analfabetas. Sólo el 54% de las mujeres adultas africanas sabe leer y escribir. La matriculación femenina en  enseñanza primaria sigue siendo muy baja, del 67%. Sólo el 52% de las mujeres africanas con más de 15 años son alfabetizadas, frente al 67,1% de los hombres.

MATERNIDAD Y SALUD:

Un 60% de las africanas tiene de tres a siete hijos. Apenas el 15% de las mujeres embarazas que viven en pueblos reciben atención prenatal y el 70% de los partos son atendidos por personal no sanitario. Una de cada 16 mujeres del África subsahariana
Más de 13 millones de mujeres del África subsahariana tienen el VIH o el Sida. Es la única región del mundo en la que ellas sufren más la epidemia que los hombres.

ECONOMÍA Y PODER POLÍTICO: 
Las africanas constituyen casi el 70% de la fuerza agrícola del continente y producen el 90% de los alimentos, sin embargo, apenas tienen acceso a las tierras, disponen de apenas del 1% de las tierras. El 84% de las mujeres subsaharianas se dedican al empleo informal.  La representación femenina en los parlamentos es del 16.8%.




Para seguir profundizando en la condición de la mujer en África pueden consultar los siguientes documentos que han servido de base para este artículo:
· Observaciones finales del Comité –CEDAW: Benín. 22/07/2005. A/60/38, paras.127-170 (Concluding Observations/Comments)
· Mujer Africana, motor de una economía para mejorar la vida. Begoña Iñarra, Pamplona, 23 de octubre de 2008.
· La lucha por la igualdad. Cifras de la situación de la mujer en África. El País, Madrid, 08/03/2007.